domingo, 29 de septiembre de 2013

EL EXTRUCTURALISMO



XV.              EL ESTRUCTURALISMO

A.    DEFINICIÓN

Es un movimiento heterogéneo que inicialmente aparece como una metodología científica, convirtiéndose luego en una ideología filosófica que pretende elaborar teorías objetivas y verificables, a través del control científico a las ciencias del espíritu.  En el estructuralismo el hombre pasa de ser sujeto de la historia y de la cultura, a ser objeto que se conoce por la objetividad y la neutralidad científica.

Quienes asumieron el estructuralismo “buscaron la permanencia y estabilidad de las estructuras que duran y derivan su significado solamente de sí mismas y de sus raíces en una naturaleza humana, en cuanto realidad plenamente determinada como los demás objetos del mundo.”

Los estructuralistas comenzaron por combinar el marxismo y el psicoanálisis, pero sobre todo es el positivismo quien más marca a esta corriente.  El estructuralismo plantea la manera de comprender al hombre para pasar a mirarlo como objeto de observación y análisis, como cualquier otro objeto de la ciencia, porque el inconsciente precede a lo consciente.

Se opone al causalismo y al historicismo sobre todo en su visión del hombre, que de sujeto pasa a ser objeto del conocimiento y eso implica que los hombres estén sometidos a las estructuras.  El gran desarrollo de este movimiento se dio a partir de 1960  encontrando en Lévi Strauss su mayor exponente, hoy es criticado y acusado por su desprecio a la historia y por la devaluación de la autonomía individual.

B.    REPRESENTANTES

            1.  Claude Lévi Strauss

                        Pensamiento.  “Denomina su trabajo una “antropología estructural”, señalando la nueva orientación del estudio positivo de las ciencias del hombre.” La estructura de la historia donde mejor puede verse y discutirse la ideología estructuralista es en la relación entre estructura e historia.  Frente a esto, la ideología estructuralista es desesperanzadora.

El cosmos es un sistema cerrado, y por consiguiente, también la humanidad.  Esta última está incluso sometida a la ley de la entropía.  Para él, en vez de antropología, debería hablarse de Entropología, es decir, la disciplina que se ocupa en la investigación del proceso de desintegración en sus formas más altas.  La cultura no es más que un monstruoso y complejo mecanismo, cuya única tarea es producir lo que los físicos llaman antropía y nosotros inercia. “Lévi Strauss no deshecha la importancia de un estudio diacrónico e histórico”.

La oposición entre naturaleza y cultura sólo tiene valor metodológico, pues toda cultura se reduce a la materia.  Dice que el día en que lleguemos a comprender la vida como una función de la materia inerte, será para descubrir que ésta posee propiedades muy diferentes de las que le atribuimos con autoridad.

La explicación científica ya no sería el paso de la complejidad a la simplicidad, sino la sustitución de una complejidad menos inteligible por otra más inteligible.  De esta manera Strauss postula una resolución de lo humano en lo no humano, hacia un marcado materialismo.

“Finalmente, la antropología entra de lleno en el campo de las investigaciones sociales, en el ámbito de la sociología.  Lévi Struss llama con frecuencia ‘sociólogos’ a los investigadores de la etnología.  Pero se distinguen, dice, ambas disciplinas.  La sociología, en la acepción ordinaria de los estudiosos franceses y otros europeos, se entiende como “reflexión de los principios de la vida social y de las ideas de los hombres que la han sustentado”; entonces se reduce a ‘la filosofía social’, ajena a su estudio e interés.”

Lévi Strauss llevó a cabo la completa aplicación del método estructural a ese primer nivel etnológico de las relaciones sociales que se dan en la vida matrimonial. “Las leyes matrimoniales y los sistemas de parentesco representan, pues, la regulación de ese intercambio de bienes entre los distintos grupos indígenas.”  Así da a entender el sistema de la organización y comunicación en los primitivos grupos humanos.

En su obra el “El pensamiento salvaje” esclarece su postura metodológica y teórica, reiterando sus elogios al alto nivel mental del pensamiento salvaje.

                        2.  Michel de Foucault.

                        Pensamiento.  Arqueología: Foucault pretende ser un pensador original; la influencia de la lingüística estructural es en él la más importante, sus investigaciones se centran en el lenguaje, el discurso y la estructura de los enunciados como punto de acceso al estudio de las ciencias humanas.

El pensamiento que Foucaul presenta en su obra reduce el hombre y los elementos de las ciencias a un sistema de estructuras, intenta introducir un nuevo tipo de análisis más oscuro, que es un análisis lingüístico estructural y los objetos de la ciencia y la cultura abarcan una nueva aplicación.

El método que Foucaul plantea lo denomina análisis arqueológico, que se ocupa del tema del discurso. “Para él ya existen bastantes métodos y disciplinas capaces de analizar y describir el lenguaje, y así en su arqueología permite introducir nueva especificidad de método que no sea ni formalizador ni interpretativo.”

En Foucaul es necesario en su arqueología la dimensión histórica, para así comprender los cambios en sentido gnoseológico  y filosofía de la historia.  Foucaul desplaza los acentos del sujeto a las estructuras sin provocar un conflicto entre sincronía y diacronía, igualmente los problemas históricos se entienden según un modelo lingüístico.

“En Foucault la historia entra dentro del triángulo epistemológico del pensar estructuralista: Lingüística, Antropología cultural y Psicoanálisis”; aunque con todo ello no se lleva a cabo en su totalidad, Foucaul persigue con su filosofía un análisis de formaciones dircusivas, de sistemas de aserciones que presentan una regularidad.

                        3.  Rolando Barthes.

                                   Pensamiento.  Ha desarrollado el enfoque estructuralista sobre todo en el campo literario, y en especial de la crítica literaria siguiendo la sugestión de otros autores los cuales aplicaban la crítica de inspiración estructuralista a la estética en general y a las diversas formas del arte.

“El método estructural parecía tener especial afinidad con la consideración de la obra de arte, ya que lo más característico de ésta es su forma o estructura y no el contenido.”

Para Barthes, la literatura representa un caso especial entre las artes, ya que su instrumento es el lenguaje, el cual es usado en la comunicación y a la vez, va ligado al contenido, es decir a su mensaje. “El lenguaje es por ello estudiado bajo el aspecto de lingüística estructural, sin que tal aspecto científico haya de excluir otros, como el psicológico o el estético.”

El estructuralismo en Barthes es reducido a una actividad estructuralista tratándose así de un punto de vista más firme, de un “cuerpo de conocimientos científicos o filosóficos” y también caracterizado en una “actividad, un hacer” y no de un saber, y así estas consideraciones de Barthes no determinan un fin u objetivo en sí mismas, sino el objeto de la actividad estructuralista.

“La actividad estructuralista tiene que reconstruir un objeto, de tal modo que se manifieste conforme a qué reglas funciona.  En consecuencia, la estructura descubierta aquí cuenta con un simulacro del objeto.”

Las indagaciones de Barthes se dirigieron en su ensayo “Elementos de semiología” a un estudio claro y preciso de la lingüística referida a la ciencia general de los signos y que tiene por objeto las grandes unidades significantes del discurso.  Su exposición se presenta de la siguiente manera:

·         Lengua y habla.
·         Significado y significante.
·         Sintagma y sistema.
·         Denotación y connotación: referida esta última al doble plano de expresión y contenido.

Para Barthes, “en toda obra literaria se afirma la escritura, considerada como la relación que mantiene el escritor con la sociedad; es el lenguaje literario, transformado por su destino social.”

Barthes además, se ocupa de las significaciones internas y trata de revelar la inmanencia de la estructura de la obra literaria en un esfuerzo por comprender su significado como distinto de su sentido, es decir, el mensaje que viene comunicado del autor.

“La literatura no es más que un lenguaje, esto es, un sistema de signos, su ser no está en su mensaje, sino en el sistema.” Los términos que se usan son signos, pero éstos vienen definidos, no por relación a los cuentos o cosas externas, sino a las internas relaciones y a otros signos dentro del sistema.

Barthes ha sido entonces quien evolucionó la literatura moderna, y quien dio una orientación estructural, penetrando también en el dominio de la persona, de la música y de las artes plásticas, puesto que estos elementos tienen en su estructura una recíproca relación interna de sus características.

C.    ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO

Con el estructuralismo se dio el florecimiento de todas las ciencias, la historia adquirió un nuevo sentido, en cuento que el hombre transformó de manera radical y sistemática los antiguos esquemas que se traían desde tiempos atrás, donde cada cultura manejaba a su manera conceptos y formas de comportarse en cuanto se le exigía étnicamente.

Actualmente el estructuralismo sigue planteando al hombre como un ser potencial, y a la vez objeto de conocimiento, a partir del cual se sigue dando el despliegue de las ciencias, puesto que es el único que cuestiona y modifica las estructuras.

Así mismo, con el estructuralismo se abrió campo a lo que son hoy las investigaciones sociológicas en las cuales el punto de reflexión es todavía la vida social y la manera como los individuos aportan progresivamente al desarrollo de ésta.

En el campo de la ciencia es relevante presentar  una organización, puesto que el estructuralismo aportó nuevos tipos de análisis que permiten una aplicabilidad y confrontación entre lo que es ciencia y mundo.  Dentro de esta organización sistemática de las ciencias cabe también aclarar que éstas adquirieron un avance en cuanto que las estructuras gramaticales y lo géneros literarios también de manera positiva fueron replanteados, puesto que se permitió mediante ésta darle una interpretación más estricta en cuanto el sujeto como autor y la realidad como medio de trascender, y a la vez de establecer una relación, donde el significado original se presente ante los otros sujetos como significante.

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