sábado, 13 de julio de 2013

EL IDEALISMO



I.  EL IDEALISMO

           A.  DEFINICIÓN

Fue Leibniz quien empleó el término idealista al referirse a Platón y a otros autores para quienes la realidad es la forma o la idea.

Estos autores idealistas o formalistas sostienen doctrinas diferentes de las ya propuestas por otros autores, como por ejemplo, Epicuro, calificado de materialista.

La filosofía idealista de la época moderna se funda igualmente en las ideas, aunque el significado moderno de la idea no siempre es igual al del platonismo, pero no podemos separarlo de su sentido antiguo.

Algunos autores consideran que es un error atribuir a Platón la paternidad del idealismo, ya que aunque en Platón hay una teoría de las ideas, es un idealismo exageradamente realista.  El idealismo como doctrina se contrapone al realismo y reduce lo que podemos percibir por medio de los sentidos y que es accesible al mero pensamiento, ya que para esta corriente lo que aún no puede verse, puede ser comprendido.  “El idealismo pretende reducir el mundo a una actividad del espíritu... pretende identificar lo real con lo racional, el objeto con el sujeto o conciencia”.

            B.  REPRESENTANTES

                        1.  Platón

                                   Pensamiento.  Platón toma el método de Sócrates, complementándolo muy pronto en doble sentido.  Para Platón “sobre las cosas nascentes y perecederas tenemos conocimiento sensible, opinión; de lo que es, de la realidad consistente, podemos alcanzar conocimiento inteligible, ciencia.  En el área de la ciencia hay dos grados de conocimiento: El razonamiento o razón, que tiene por objeto los seres matemáticos, los números que, aunque universales,  se concretan y realizan en los seres particulares, y el conocimiento filosófico o inteligencia, que mediante la dialéctica, asciende a la contemplación intuitiva de las ideas, es decir, de las esencias absolutas o realidades incondicionadas”.

En realidad, resulta bastante difícil explicar el pensamiento de Platón de acuerdo al concepto común de filosofía.  Platón busca dar respuesta a un gran conjunto de problemas que ya venían siendo planteados desde los presocráticos, pero que al ser iluminados con su genio adquieren un sentido nuevo y más profundo.

Para él la filosofía es una empresa en la cual entra en juego el destino último del hombre, ligada con la virtud.  Platón “propende más bien a afirmar que el hombre puede conocer verdaderamente, y trata ante todo de averiguar cuál sea el objeto genuino del conocimiento”.

Platón heredó de Sócrates, su maestro, la convicción de que es posible el conocimiento, entendiendo éste como un conocimiento objetivo y universalmente válido.  En su obra “El Teeteto” el método de Platón consiste en procurar dialécticamente una clara exposición de la teoría del conocimiento.

Sin duda alguna todo el pensamiento de Platón, al igual que toda su vida, gira en torno a un fuerte esfuerzo, hacia lo absoluto y trascendente.  “Para Platón el objeto del verdadero conocimiento ha de ser estable y permanente, fijo, susceptible de definición clara y científica”.

                        2.  Renato Descartes.

Pensamiento.  Es obvio que el objetivo fundamental de Descartes fue el logro de la verdad filosófica mediante el uso de la razón.  Se interesó por la elaboración de un método, ya que para él no basta con tener talento, sino que hay que aprender a emplearlo bien.

Descartes en su filosofía, siempre trató de excluir las impresiones y el conocimiento por sentidos, ya que según él, para llegar a una verdad es indispensable alejarse totalmente de los sentidos y recluirse únicamente en su interioridad intelectual para así, por medio de la razón, llegar a una verdad y preservarse de error.

Al buscar la verdad se queda únicamente con la razón, ya que esta funciona desligada de todo el mundo de la experiencia, partiendo de manera rigurosa de ideas claras y distintas.  Parte de la idea para llegar a la realidad.

Para Descartes existen tres clases de ideas y elige de entre ellas una que le de más seguridad al filosofar, para que sea fundamento sólido y tomarla como punto de partida de su deducción:

Las ideas adquiridas provienen de la experiencia sensible de la enseñanza o el trato con los demás.  “Descartes niega que los sentidos conozcan ni la validez de los conocimientos, pero prescinde de ellos, porque no les considera absolutamente seguros ni ciertos”.

Ideas artificiales o elaboradas por nosotros mismos, por medio de la imaginación.
Ideas naturales o innatas, que no provienen de los sentidos ni han sido elaboradas por nosotros, sino que provienen de  Dios.  Éste las infunde directamente en nuestro entendimiento.  “Son evidentes, intuitivas... y verdaderas, porque proceden de Dios y están garantizadas por su verdad”.

La intuición es una percepción directa de las ideas que excluye toda duda y error.  La intuición hace presente las ideas a la inteligencia, y esta intuye directamente a sí misma y a sus propias ideas.

                        3.  Nicolás Malebranche

Pensamiento.  Es cartesiano en el orden expositivo del sistema.  Para él tampoco las ideas proceden de los objetos, ni son producidas por el sujeto.  Un espíritu finito jamás pude ser sujeto de ideas infinitas: “todas nuestras ideas claras están en Dios, en cuanto su realidad inteligible”.  El único que goza de una perfección no inferior a la inmutabilidad, necesidad, eternidad e infinitud de las ideas es Dios.  Para él, Dios es quien hace que la persona conozca las cosas inaccesibles.

                        4.  Godofredo Guillermo Leibniz

Pensamiento.  Define la sustancia como todo centro de fuerza, de energía y de actividad.  Para él las sustancias son infinitas y conforman la estructura metafísica de los seres, las cuales él llama “Mónadas”: “La mónada no tiene partes, no posee extensión, figura ni divisibilidad.  Una cosa no posee figura a menos que sea extensa, ni puede ser divisible a menos que posea extensión.  Pero una cosa simple no puede ser extensa, puesto que simplicidad y extensión son incompatibles”.

Las mónadas son los principios constitutivos de las cosas.  “La monadología permite resolver  para Leibniz los problemas de las ideas innatas, que fueron determinantes para la especulación filosófica de siglo”.  De hecho, acepta el empirismo el cual sostiene que nada hay en el entendimiento que no haya pasado por los sentidos, y esto rige para todo, menos para el mismo intelecto.

                        5.  Emmanuel Kant

Pensamiento.  Dice que “nuestro conocimiento  deriva en el espíritu de dos fuentes fundamentales: la primera es la receptividad de las impresiones; la segunda, la facultad de reconocer un objeto por medio de estas representaciones”. 

El pensamiento, entonces, resulta de la conjunción de ambas facultades.  Intuición y concepto conforman todos los elementos de nuestro conocimiento.  La idea kantiana es la posibilidad de la existencia que determina el uso del entendimiento en el conjunto de la experiencia completa.

                        6.  Juan Teófilo Fichte

                                   Pensamiento.  Para Fichte el idealismo es toda filosofía  que parte de una reflexión sobre la realidad, aunque estrictamente hablando, idealismo es el sistema que niega la existencia de las cosas fuera del pensamiento.  Es con él con quien irrumpe el idealismo en la filosofía alemana, al exaltar el yo humano rompe las barreras del racionalismo crítico.

“Sostiene que el principio de la realidad es el yo, el cual construye la parte formal y material de conocimiento.  Todo lo que se le ponga al yo es creado por el yo.  La realidad es deducible del yo”.

Para Fichte lo real es el producto de la actividad subjetiva y el ser está fundado en la inteligencia: “el primer principio de la filosofía es precisamente este yo puro o trascendental”.

                        7.  Federico Guillermo José Schelling

                                   Pensamiento.  Schelling es quien da el paso del idealismo subjetivo al objetivo, acentúa ya la idea del absoluto.  Para él “el sistema completo de la ciencia parte del yo absoluto”.  Propiamente, la inteligencia sólo capta lo inteligible.

Para él, no caben más que dos filosofías: dogmatismo, que admite las cosas en sí; y el idealismo, que sólo admite contenidos de conciencia.

                        8.  Jorge Guillermo Federico Hegel

                                   Pensamiento.  En Hegel la filosofía es ciencia del hombre sobre el absoluto mismo.  "Pensar es distinto de conocer.  Conocer es conocer lo que las cosas son; tiene  un momento esencial que se refiere a las cosas... ".  Hegel distingue la mera información (historia) y el conocimiento conceptual, en el cual yo tengo los conceptos de las cosas (esto serían las ciencias en las que hay un efectivo saber).  Pero hace falta un saber absoluto.

La dialéctica del espíritu según Hegel, atraviesa una serie de estadios antes de llegar al saber absoluto.  Para él el sujeto es un espíritu que se sabe a sí mismo.

La filosofía del espíritu sigue al "Ser en sí" (Idea), que ha retornado de su Ser otro a través de las etapas del Espíritu Subjetivo, Objetivo y Absoluto.  El sistema representa el autodesenvolvimiento del Espíritu Absoluto hasta su realización en la totalidad de la realidad, mediante un proceso dialéctico de tesis, antítesis y síntesis.


             C.  CLASES DE IDEALISMO

                        1.  Idealismo Absoluto.  Lo que la teoría de la ciencia pretende hacer es desarrollar el sistema de las formas necesarias de representar y conocer, queriendo ser así,  una filosofía primera u ontología fundamental.  A eso era lo que en definitiva quería llegar Kant, con su deducción trascendental de los conceptos puros del entendimiento.

En cierta forma Fichte se ubica en ese punto del pensamiento de Kant, que de hecho quiere completar, "ya que a su juicio Kant se ha quedado a medio camino".  Según Kant, Fichte, ha tomado las categorías de la experiencia, y que de ninguna manera podrá demostrar que dichas categorías forman "el sistema de las formas necesarias del obrar" y que son únicamente manera de inteligencia pura.  Lo que expresa Fichte es algo exacto.

En Fichte el espíritu lo es todo.  Nos encontramos así con la premisa fundamental del idealismo absoluto, una definida filosofía del espíritu: "Lo absoluto es la idea universal y única que, juzgando y discerniendo, se especifica en el sistema de las ideas particulares".  Idealismo Absoluto es  pensar, ser y verdad, todo es parecido con el espíritu.  En Hegel este idealismo es expuesto diciendo que todo proviene de la Idea y de su devenir.

                        2.  Idealismo Subjetivo.  El punto de partida lo constituye el Idealismo de Kant; pero es el Kant de la Razón Práctica el que se revela a Fichte como el verdadero Kant.  No le interesa a Fichte el ser y el cosmos, ya que Kant vio en el hombre el valor absoluto.  El hombre lo es todo.  El YO de Fichte es la fuente originaria de todo ser cósmico.  El Idealismo de Kant era un idealismo crítico, para Fichte era trazar unas fronteras para el YO cognoscitivo y volitivo donde no hay límites; por esto llamamos subjetivo a este idealismo que reduce al sujeto todas y cada una de las cosas, que lo es todo.

Kant vio en el hombre un valor absoluto, pero para él habría algo más que el hombre, ahora el hombre lo es todo.  "El Yo de Fichte es la fuente originaria de todo el ser cósmico".

                                   3.  Idealismo Objetivo.  Schelling descubre tras el ser, el espíritu, como auténtico ser y fuente del devenir.  Pero siendo este espíritu independiente de nuestro "Yo".  Es de esta forma que llegamos al idealismo objetivo, expuesto principalmente por Schelling. 

Schelling partió del yo infinito de Fichte y de la sustancia Spinociana para armonizarlos con su yo Absoluto, dando origen al principio de infinitud objetiva.  La proposición de la cual parte toda ciencia es: “Yo soy yo”.  No hay sujeto sin objeto ni objeto sin sujeto y su enlace es la representación, pues el yo absoluto debe ser pensado.  El papel principal de la filosofía es resolver el problema de la existencia del mundo, y este sólo se resuelve teniendo en cuenta la identidad entre sujeto y objeto cuya distinción debe trascender el absoluto.

                                   4.  Idealismo Trascendental.  En el apriorismo de la forma vio Kant el carácter revolucionario de su filosofía.  Hasta ahora se admitió que todo nuestro conocimiento tenía que regirse por los objetos; Kant invierte los términos estableciendo que los objetos se han de regir por nuestro conocimiento.  Esto es lo que en Kant se conoce como su giro copernicano.

Además de fundar la matemática como ciencia, la Estética trascendental tiene otra consecuencia importantísima para Kant: «hemos probado suficientemente que todo lo que es intuido en el espacio o en el tiempo, esto es, todos los objetos de una experiencia posible para nosotros, no es otra cosa que fenómenos, es decir, simples representaciones que (...) no tienen fuera de nuestro pensamiento existencia fundada en sí» (Cfr. Crítica del Juicio).

Lo que quiere decir Kant es lo siguiente: sólo podemos conocer las cosas en la medida en que están sometidas a las formas de nuestra sensibilidad, y puesto que el espacio y el tiempo no son propiedades reales de las cosas sino algo puesto por el sujeto, es evidente que no podemos conocer jamás las cosas tal como son en sí mismas, sino sólo las cosas tal como nos aparecen. A lo que aparece al sujeto, Kant la llama "fenómeno", y a la cosa en sí, "noúmeno". Usando esta terminología, podemos resumir lo que venimos diciendo: no podemos conocer el noúmeno, sino sólo los fenómenos. Las cosas en sí, precisamente porque son en sí y no en nosotros, son incognoscibles.

A esta doctrina, según la cual conocemos todos los fenómenos como simples representaciones y no como cosas en sí mismas, Kant le da el nombre de "idealismo trascendental".

            D.  ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO

Hoy el idealismo está muy desvirtuado, porque con el avance de las ciencias y de la técnica en general, gana mucho más terreno lo que pueda demostrarse, lo tangible y matemático, incluso se utiliza el término idealista de manera peyorativa, dándole una connotación de lo que es ilógico, e imposible de realizarse.
El idealismo como un método científico es muy cuestionado en la actualidad, porque éste admite que lo que no puede verse puede ser comprendido; pero para el hombre de hoy lo que rige es "ver para creer", "ver para entender".

La idea sigue siendo una parte muy importante dentro de todas las ciencias, que es aceptada y colocada como importante, incluso fundamental, el problema radica en cómo pasar esas ideas a sustancias tangibles, cómo objetivarlas sin pasar al materialismo.

El idealismo contempla que el materialismo reduce el conocimiento, negando la parte espiritual, intangible; para el materialismo  el idealismo es un conocimiento etéreo, abstracto, difícil o imposible de objetivar.

Siguen existiendo disciplinas filosóficas, científicas, sociales y religiosas que fundan su conocimiento en el idealismo, el mundo teórico de estadísticas, consultas y especulaciones, estas disciplinas son cada vez menos válidas y más cuestionadas e ignoradas.

Podría decirse que el idealismo es sólo un referente, una meta proyectativa, pero no un medio concreto de conocimiento y verdad.  Hacia el idealismo apunta el hombre de hoy, pero sabiendo la imposibilidad de llegar hasta éste, cifra su verdad en el realismo u otros métodos empiristas o materialistas.

Ciertamente nuestro mundo no es idealista, si bien no se desconoce en absoluto, hay que admitir que no es la vía de conocimiento que satisface las expectativas y búsquedas del hombre actual.

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