domingo, 29 de septiembre de 2013

LA FENOMENOLOGIA



XII.              FENOMENOLOGÍA

            A.  DEFINICIÓN

Es la doctrina filosófica que estudia lo que aparece, es decir, los fenómenos.  Fue iniciada por el filósofo J.H. Lambert (1728-1777), al investigar sobre el tema de las apariencias.  En la modernidad surge en el siglo XX en Alemania con Husserl.  “La fenomenología es el estudio de la ciencia del fenómeno, puesto que todo aquello que aparece es fenómeno”.

La fenomenología es una ciencia de objetos ideales, por tanto a priori y universal, porque es ciencia de las vivencias.  “Es una ciencia esencialmente nueva, alejada del pensar natural, por lo que tiene de peculiar y por desarrollarse sólo en nuestros días se llama a sí misma ciencia de fenómenos”.

            B.  REPRESENTANTES

                        1.  Edmund Husserl.

                                   Pensamiento.

                                               1)  La Fenomenología como Método.  Lo mismo que Descartes, Husserl quiere darle a la filosofía un método absoluto sobre el cual basa  su sistema de verdades. Así como Descartes se había inspirado en la firmeza de las matemáticas para lograr su método, Husserl hace una distinción en la evidencia que aparece a nuestro espíritu, de la cual dice que hay dos clases: Evidencias acertóricas, que se refiere a una verdad pero no hace imposible que lo contrario sea verdadero, este tipo de evidencias se encuentran en los hechos  que continuamente palpamos.  Y evidencias apodícticas, es superior a la anterior pues no sólo se refiere a algo verdadero sino a lo necesario, de tal modo que sería absurdo pensar lo contrario como verdadero; este tipo de evidencias lo encontramos en verdades rigurosas como las de las matemáticas.

“Husserl piensa que todas la ciencias han procurado basarse en verdades apodícticas, mientras que la filosofía todavía no lo ha hecho, pues continúa enunciando proporciones que carecen de validez universal, o sea, que no son válidas para toda conciencia.  En consecuencia Husserl propone para tal fin un método que él denomina fenomenológico”.

En síntesis esta fenomenología consiste en remontarse por intuición hasta las esencias que posibilitan las captaciones ordinarias; así por ejemplo, hacer la fenomenología del amor no consistirá en describir experiencias concretas y realistas del amor, sino las vivencias necesarias para experimentar el amor como un valor.

“La fenomenología echa mano de la descripción de lo que aparece, pero de aquello que surge con evidencia apodíctica.  Deja entonces de lado la explicación de las cosas por los primeros principios y por las causas, y establece que es la intuición intelectual el procedimiento propio de la filosofía, pues no se puede aceptar nada con evidencia apodíctica si no se capta directamente en su manifestación donde el objeto aparece”.

Descripción neutra se refiere a la descripción del objeto presente sin asociarlo con ideas o creencias corrientes e ingenuas acerca de su existencia real.  La aceptación de esa existencia real es necesaria en la vida cotidiana pero no en el rigor filosófico, esto no quiere decir que se niegue tal existencia, pero tampoco que se afirme, simplemente se permanece en una postura neutral.

                                               2)  El Centro de la Fenomenología y su Objeto Principal. Son las esencias, dejando de lado que es simplemente fáctico o contingente o singular, interesándose sólo por ese centro o unidad de características que se entrelazan.  Pero estas esencias no son de cualquier tipo sino que son aquellas que caracterizan las vivencias o sea, a los modos de captar por la conciencia algún objeto.

                                               3)  La Reducción. El término central utilizado por Husserl en su fenomenología es el término Reducción o Apojé, que en resumen,  es la operación mental por la cual se coloca entre paréntesis o se prescinde o se deja fuera de consideración, algún dato que ordinariamente se presenta.

El apojé intenta centrar la atención en un objeto determinado pero dejando de lado intencionalmente algún dato que generalmente perturbaría la atención y el rigor deseado.  Husserl menciona muchos tipos de apojé pero los principales son:

·         Apojé Filosófica: Consiste  en poner entre paréntesis toda teoría filosófica  y todo presupuesto, con el fin de enfocar la atención únicamente en los objetos.  Husserl considera que no se aprende filosofía estudiando a los filósofos sino yendo directamente a los objetos; además piensa que es necesario dejar de lado los principios lógicos, pues de lo contrario tendríamos que caer en largas discusiones acerca de su validez.

·         Apojé Fenomenológica: Consiste en colocar entre paréntesis todo lo accidental, fáctico y contingente, para enfocar en el objeto solamente lo esencial, lo necesario, lo a priori.

·         Apojé Eidética: Es el que hasta ahora había practicado Husserl para llegar a una fenomenología pura como intuición de las esencias, constituyendo las diversas ramas de conocimientos  eidéticos.  Se reduce al fenómeno a su estructura esencial, poniendo entre paréntesis todos los elementos individuales y contingentes, todo lo que no es dado en la pura esencia del fenómeno; muy similar a la abstracción tradicional.

                                               4)  La Intencionalidad. Es una propiedad esencial de la conciencia por la cual ésta se tiende hacia un objeto, gráficamente se podría representar como una flecha tendida hacia el objeto.  La conciencia no debe entenderse entonces como una substancia sino como una actividad, como un estar lanzado hacia la conciencia, es siempre conciencia de, y cada tipo de objeto tiene siempre un tipo de intencionalidad.

En este tema Husserl distingue entre Noesis  que es el aspecto subjetivo de acto de conocer, mientras que el Noema   es el aspecto objetivo, o sea, lo captado en el conocer, aunque ambos polos son necesarios en la fenomenología puesto que ésta consiste en pasar del noema a la noesis correspondiente, que en ese momentos e vuelve noema puesto su contenido es lo que se quiere analizar en ese nuevo acto.

                        2.  Max Scheler.

                                   Pensamiento.  Su pensamiento, tan agudo y claro no es metafísico en sentido estricto y, además, esto tiene la consecuencia de que carece de unidad sistemática, sus visiones geniales iluminan diferentes zonas de la realidad, usa la fenomenología como conocimiento de esencias y prepara el camino para una metafísica actual, ha concentrado su atención en los temas del hombre y de su vida.

“Max Scheler propugna una ética basada en los valores.  Estos valores, en cuanto entidades ideales, se presentan como universales y necesarios.  A través de la intuición el ser humano descubre tales valores de un modo natural; el resultado de esta intuición de los valores lo llama Scheler “Sentimiento de Valor”.  Los valores se nos presentan, pues, de un modo intuitivo, no racional y, además, de forma individual y colectiva”.

El ser humano asume el sentimiento de un valor y ante ello, puede aceptarlo, criticarlo o realizarlo.  Para él, hay en el individuo un sentido dinámico de la persona, en tanto que lleva a cabo aquellos valores que cree útil y necesario realizarlos.  La función del valor reside, por tanto, en que da sentido a los actos del ser humano.

            C.  CLASES DE FENOMENOLOGÍA

La Fenomenología está dividida en tres partes principales, que corresponden a las tres fases más importantes de la conciencia.

“La primera de éstas fases es la conciencia, es decir, la Conciencia del objeto como cosa sensible que se opone al sujeto; la segunda fase es la de la Autoconciencia, que trata con gran amplitud el problema de la conciencia social; la tercera fase es la de la Razón, a la que se presenta como la síntesis o unidad de las fases precedentes en un nivel superior, en otras palabras, la razón es la síntesis de la objetividad y la subjetividad”.

            D.  ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO

Al hablar de consecuencias de la fenomenología para el mundo de hoy, hay que comenzar por situarlas en el plano intelectual y de conceptos lógicos, pero no de contextura social o práctica.

Sin duda que la fenomenología le ha inyectado vida a las ciencias, oxigenando las estructuras que las caracteriza, pero pasar a cuantificar y a enumerar las consecuencias y efectos de esta disciplina para nuestro tiempo es sumamente difícil.

Concebir al mundo, las cosas, y el hombre como fenómenos es hacerlos objetos de conocimiento.  Posibilidad de conocimiento, y este es un avance fenomenológico en cuanto que quita el mito y el carácter sagrado o prohibido a muchos, que antes históricamente no podían ser escrutados e investigados, esto permite que la ciencia crezca y el acercamiento a la verdad aumente, porque la fenomenología no tiene prejuicios.

La fenomenología acaba con las verdades terminantes y definitivas y empieza a darle paso a la especulación, a la investigación, a la duda, al replanteamiento, en el fenómeno cabe todo esto.

Teniendo en cuenta que esta fenomenología no tiene fronteras, sino que puede llegar a todas las disciplinas de conocimiento, se puede concluir que su gran riqueza es la de posibilitar el método científico en todos los ramos del saber y acercar a la verdad.

Además, hay que entender que la fenomenología es nueva, apenas aprende a identificarse, se están descubriendo sus aplicaciones, se está identificando, por lo tanto, hablar de consecuencia en el día de hoy puede sonar apresurado y carecer de objetividad, porque tales consecuencias apenas se pueden estar gestando.

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